Por Sergio Capozzi
PARA EL FEDERAL NOTICIAS

Circula en las redes sociales, especialmente en Youtube, un video titulado “Wiñoy Xipantu” del cual participan entre otros, la Dra. Beatriz Gentine, el Lic. Andrés Ponce de León y el Dr. Omar Jurgeit. Los tres tienen en común ser docentes y candidatos a la rectoría de la Universidad del Comahue. En los próximos días se llevará a cabo la segunda vuelta de la elección dado que en la primera ninguno obtuvo la mayoría necesaria.
En el video se sostiene que el idioma mapuche debe ser declarado lengua oficial de la Universidad Nacional del Comahue (“Womvwe” según sus dichos), que es necesario hacer un “quiebre histórico, no se puede dejar impune a los ejércitos invasores de Chile y Argentina”, poner fin al colonialismo intelectual, reparación del genocidio mapuche, que los habitantes de estas tierras lo son en realidad del Wajmapu (país mapuche) que abarca ambos lados de la cordillera de los Andes. A lo largo de más de dos horas y media se fustiga y ataca a las instituciones argentinas.
También es posible encontrar en las redes sociales una invitación (flyer) a través de la cual se convoca a la comunidad en general a participar el martes 22 de junio de 2021 del “Acto de Soberanía Política Cultural en el País Mapuche”, comenzando con el izamiento de la “Bandera Nacional Mapuche” en las sede central y subsedes de la Universidad Nacional del Comahue”, para luego continuar a las 19,00 hs del mismo día con un panel en el cual se debatirá sobre la “interculturalidad y la autodeterminación para finalizar diciendo “¿qué universidad para Wajmapu?” (sic). En cada una de las sedes de la universidad se realizarán actos y conferencias reivindicando y difundiendo aspectos culturales e históricos de ese grupo.
Los disertantes fueron Viktor Naquil Gómez, que se presenta como activista mapuche con formación en Europa, Daniel Loncon, miembro del pueblo mapuche, catedrático, Jorgelina Villareal, docente de la Universidad Nacional del Comahue, con domicilio en Río Negro, Wajmapu (sic), Pedro Cariman, mapuche docente de la UnKo (sic), Daniel Mato, director de Cátedra UNESCO y Luis Romero, werken (sería el asistente del Lonko del Lof Felipin).
Bajo la excusa de la conmemoración de un año nuevo mapuche la agrupación “Kizu Iñciñ” junto a las autoridades de la Universidad Nacional de Comahue usaron la red oficial de la universidad para convocar estos eventos. No sólo eso, decretaron dos días de asueto con suspensión de actividad académica para los días 19 y 22 de junio de 2021. Alguien podría preguntarse ¿por qué no convocaron para el 20 o 21 de junio? La respuesta simple. Este “izamiento de la bandera nacional mapuche” coincidía con la conmemoración del paso a la inmortalidad de don Manuel Belgrano (Día de la Bandera Nacional Argentina) y con otro aniversario del fallecimiento del General Martín Miguel de Güemes. Dos próceres argentinos que defendieron nuestra soberanía e integridad territorial.
Es de suponer que este año no se reiteraron los actos e izamientos pues no sería políticamente correcto hacerlo en medio de las elecciones del rectorado.
Aún suponiendo que a estas personas los guíe nobles intereses como la integración cultural y multiracial, nos preguntamos si la Univerdad ha convocado y preparado actos similiares con suspensión de actividad académica para conmemorar el arribo de inmigrantes italianos a las provincias del Neuquén y Río Negro (3 de junio). No cabe duda que son muchos más los descencientes de italianos que los mapuches, tampoco que su impronta cultural ha sido decisiva en el desarrollo de la región. Las ciudades de Cipolletti y Villa Regina son claro ejemplo pero no los únicos. La actividad agroindustrial, las sociedades de asistencias mutua, los establecimientos educacionales. Claro, a ningún descendiente de italiano, español, chileno o de donde sea, se le ocurre que se debe izar su bandera en paridad o sobre la argentina, tomar sus lenguas como oficiales y menos aún considerar la Patagonia como parte de su territorio. No olvidemos a los suizos que hace ciento cincuenta años habitan un poblado cercano a San Carlos de Bariloche.
Distintos ciudadanos han mostrado su preocupación por el ataque a la soberanía por un grupo que desconoce la existencia de la República Argentina, hablan del Ejército como fuerza invasora y pretenden izar una supuesta bandera “nacional” en territorio argentino, lo cuales no es solo una ofensa sino que constituye una acto de conspiración intolerable. En este sentido, el Auditor General de la Nación Dr. Miguel Ángel Pichetto, coincide en que estos actos representan “una provocación a la soberania de la Argentina y atenta contra la paz social”, mientrás que el legislador de la provincia de Río Negro Juan Martín ha intimado vía carta documento al rector de la Universidad para que revea su postura y en caso de no hacerlo, sostiene, presentará una denuncia penal.
Como señalamos, entre los actos programados se destaca el “Acto de la Soberanía Política-Cultural en el País Mapuche” y plantean la pregunta “¿Qué Universidad para Wajmapu?”. Entre los oradores se presentan Pedro Cariman como mapuche de la “UNKO”, Newken, Wajmapu, Jorgelina Villareal, antropóloga, docente e investigadora, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad nacional del Coamhue, Cipolletti, Río Negro, Wajmapu. La actividad es “acompañada” por la Universidad Nacional del Comahue, conforme se puede leer en el “flyer” que tiene amplia difusión.
No es un hecho menor que hace un poco más de un mes la ministra del Interior y Seguridad de Chile, Sra. Iskia Siches, reivindicó el Wallmapu como la superfice de ese “país” y que alcanza casi la mitad del territorio nacional argentino.
La gravedad del tema: desde una Universidad Nacional y con la intervención de docentes que cobran sus sueldos de las arcas estatales, se auspicia una actividad que atenta contra la Constitución Nacional, las instituciones, la República, los símbolos Patrios y nuestro idioma. Se habla de “país mapuche” en territorio soberano y ni siquiera nos detenemos a considerar cuándo ese grupo indígena llegó a nuestro país o qué oscuros intereses los impulsaron. Nos preguntamos dónde hay asentamientos bicentenarios, villorios, pueblos o ciudades que confirmen su preexistencia.
No podemos dejar de sentir vergüenza por nuestros soldados, aquellos que hace cuarenta años dejaron su vida en las Islas Malvinas y estos que hoy siguen padeciendo las secuelas de una guerra en defensa de nuestra integridad territorial. Hoy el gobierno nacional sigue reclamando ante organismos multinacional por la reivindicación de esa porción insular de Argentina mientras que las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, la que debe actuar en consecuencia, permiten estos actos que pueden llegar a configurar sedición y traición la Patria.
No debe confundirse este planteo con desconocimiento de los derechos que poseen los pueblos originarios, amparados por la Constitución Nacional (artículo 75, inciso 17: reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos). Lo cuestionable y peligroso es que hablan de “Wajmapu” como país mapuche y que abarca el sur de las provincias argentinas de Mendoza, La Pampa y Buenos Aires y la totalidad de las provincias de Neuquén y Río Negro. Niegan la soberanía argentina, nuestro idioma y dañan los símbolos patrios.
Miremos lo que está sucediendo al otro lado de la cordillera. Durante de la gestión de Sebastián Piñera se promulgó un decreto a través del cual se estableció el estado de excepción para las regiones de Bío Bío y Araucanía. A poco de asumir, Gabriel Boric derogó ese decreto pero un mes después, una vez que tomó cabal conocimiento de la situación de violencia que reina en el sur de Chile, se vio obligado a reimplantar el estado de excepción. En Chile hay más de doscientos focos de violencia y tensión. Muertos, campos, viviendas, vehículos y empresas incendiadas. Mientras tanto, nosotros tenemos a autoridades nacionales reivindicando a estos grupos que pretenden la creación de un Estado dentro de otro.
Esperemos que este 2022 y en los próximos años no se repita tal ofensa.