Saujil es una voz quechua «Savil», Sa de Luz y Vil de Lugar, de modo que significa Lugar de luz.

Catamarca es una provincia con variedad de paisajes que atraviesan volcanes, dunas, lagunas multicolor y refugios que resguardan la cultura incaica y colonial.
Saujil posee una población aproximada de 2500 habitantes y es una zona sísmica con antecedentes que se remontan hacia el año 1898, con un terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter, que destruyó la localidad y afectó a otras localidades cercanas como Pomán y Mutquín.
La desesperación de la población en ese momento los llevó a acudir a la misericordia del patrono de la localidad quien según los creyentes, logró detener el sismo y ahora cada 4 de febrero conmemoran dicho milagro.
El Señor del Milagro y la Virgen de la Candelaria acompañan las principales celebraciones que sostienen la vida diaria del lugar, como otros tantos pueblos del interior profundo del país.

La zona ha sido poblada por grupos de indígenas precerámicos desde al menos 8.000 años A.C, Hace 1.000 años se produjo una sedentarización a base de la producción agropastoril y a la construcción de edificios y sistemas de riego, aún vigente en su economía.
Habitaron la zona comunidades aborígenes como los abaucanes, sahujiles, pituiles, huatungastas, mayupucas, fiambalaos.
Entre 1475 y 1536 la zona sufrió la invasión y ocupación por parte de los Incas del Tahuantinsuyo y tras su derrumbe, llegaron los españoles con la entrada de Diego de Almagro.
El establecimiento de los primeros españoles se puede localizar en el Valle de Abaucán en 1561, en tiempos de Gregorio de Castañeda. El 28 de febrero de 1687, Juan Gregorio Bazán de Pedraza, obtuvo la merced que abarcó un extenso territorio en el valle de Tinogasta y Abaucán desde la actual villa de Tinogasta hasta Saujil, donde establece una estancia y capilla.
El relieve de la región de Saujil se dibuja entre las Sierras de Ambato y el llano de la depresión conocida como el Bolsón de Pipanaco.
Es un lugar de actividades rurales tradicionales como la producción de vid y la cría de ganado ovino y caprino. El turismo es importante, influenciado por el hecho de que el Rally Dakar pasó por la localidad de Fiambalá, Saujil y otras en el año 2009, haciendo conocida la zona a nivel nacional e internacional.

En ese escenario la vida es tranquila, la siesta quiebra el día para apaciguar los rayos del sol y aparte de las actividades tradicionales que rigen la rutina del pueblo, se encuentra el sandboard.
Tablas que se deslizan sobre la arena caliente, de dunas caracterizadas como mágicas, con forma de pirámide, buena altura y pendiente que permite una gran aventura de segundos para disfrutar de la velocidad y su adrenalina.

El itinerario en Catamarca es único y Saujil es encantador.
Entre casas de adobe y pequeños jardines sombreados con vides «esta zamba le canto a Saujil, donde yo he pasado mi niñez, le canto a esas noches estrelladas con sus brisas aromadas por el perfumado azahar».
Acordes para un pequeño «lugar de luz», digno de visitar.

