Con una compra directa sin antecedentes o mínimas certezas de cumplimiento de contratos, determinaron una estafa contra la Provincia en la compra de respiradores.
El Gobierno provincial por medio de fondos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo destinó 124 millones de pesos a la firma Aeromedical SA.
La misma cobró el anticipo para llevar adelante la compra de 200 respiradores pero nunca pudo cumplir con lo pactado y terminó denunciando por estafa al proveedor.
A 3 meses del inicio de la operación no hay novedades de la entrega y el gobierno provincial tampoco se presentó como querellante en la causa que se tramita en el juzgado criminal y correccional Nº 40 de la Ciudad de Buenos Aires.
El proveedor denunciado es el mismo que terminó preso por la venta de 5 millones de barbijos en la Ciudad de Buenos Aires.
Aunque tuvo mejor fin porque frente a la rapidez de la denuncia pudo restituirse el dinero que afectaba la compra al Gobierno de la Ciudad.
Ambas causas se tramitan en el mismo Juzgado, luego de que las empresas involucradas en la compra de los insumos denunciaran al subcontratista Damián Nevi por estafa.
El mismo intermediario involucrado en compras fraudulentas para asistir en la Pandemia a la Ciudad y la Provincia casi en simultáneo.
Se encuentra detenido a disposición de la justicia.
Lo lamentable es que los respiradores no se encuentran al servicio de la gente cuando las últimas medidas indican mayores restricciones por el avance en los casos de Covid-19, justamente en la Provincia de Buenos Aires.
Cabe aclarar que las compras directas es un proceso habilitado para asistir de manera más ágil las necesidades de la Pandemia, pero han dejado en evidencia que resultan mecanismos ineficientes y aumentan los riesgos de corrupción.
Habilitan mayor discrecionalidad en los procesos y la transparencia sigue siendo, en este casos y otros, una deuda pendiente con los recursos de todos los argentinos.
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