Por Pelagio
EL FEDERAL NOTICIAS
Tras el resultado negativo de su test por coronavirus, y la sospecha social que podría haberse generado en la visita a La Rioja del presidente Alberto Fernández y parte del gabinete nacional, el gobernador riojano escribió un hilo de siete tuits donde expresó sus opiniones ante la reacción en redes sociales:
El primer mandatario riojano ordenó a sus asesores comunicacionales una respuesta, y les salió así: larguísima, falsamente inclusiva, no dice nada excepto la frase del título y parece salida de un manual de autoayuda.
Plumas notables como la de Joaquín Víctor González imprimieron en la literatura nacional páginas como la llamada Lección de Optimismo, fragmento de su discurso sobre “La Universidad y el alma argentina”.
Aunque hay algo que si le cabe a Quintela del texto gonzaleano:
“los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su Patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que les sale mal algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo”.
Ricardo Clemente Quintela y su equipo no son para nada diferentes a quienes los precedieron al mando de la provincia: son menos ágiles y transparentes en el manejo de la cosa pública, más rencorosos con la historia y las circunstancias, y con un discurso que ni ellos mismos entienden, pero que a la opinión pública le irrita.
Podríamos poner de ejemplo el uso reiterado de una sola prenda, a la que no limpiás ni la llevás a arreglar nunca, y es probable que tu prenda termine siendo un poco menos que un trapo de piso, con todo el respeto que se merecen los trapos de piso. Hace 37 años que las riojanas y riojanos no cambian de partido en el gobierno provincial…
Cabe aclarar que en La Rioja nunca hubo peronismo en el gobierno: aquí desde 1973 gobierna el menemismo, una versión feudal del peronismo. Y Quintela es el resultado directo de ese proceso.