Joe Biden, y especialmente su compañera de fórmula, han puesto reparos al fracking, necesario para extraer crudo en los yacimientos no convencionales.

El resultado de las elecciones en Estados Unidos que se realizarán este martes podría repercutir directamente en una de las principales fuentes de riqueza que tiene Argentina: la mega reserva de petróleo y gas no convencional Vaca Muerta, cuya mayor área se encuentra en territorio neuquino, además de porciones en Mendoza, Río Negro y La Pampa.
Concretamente, para poder extraer crudo no convencional, es necesario el fracking, uno de los principales temas de debate en la previa a las elecciones en Estados Unidos. En la última década, el desarrollo de las técnicas de explotación no convencionales llevó a este país a ser el mayor productor de petróleo del mundo, pero el demócrata Joe Biden hace foco en las energías renovables y busca ponerle un límite al shale.
Este ha sido uno de los ejes del referente demócrata, incluso antes de la campaña a presidente, pero más aún ha sido la bandera de la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris. Mientras tanto, el actual jefe de Estado, el republicano Donald Trump, apoya abiertamente el fracking y todo lo que tenga que ver con la industria del petróleo y gas.
Esta disputa en torno al modelo energético le agregó un interés adicional a las elecciones de la principal potencia mundial, sobre todo para Argentina, que ha venido desarrollando intensamente Vaca Muerta y ahora podría verse impactada si Estados Unidos comienza a desincentivar la producción no convencional.
Incluso, más allá de cualquier decisión que pudiese tomar Biden si gana, los propios mercados castigarían el desarrollo de Vaca Muerta: se estima que un triunfo demócrata repercutiría inmediatamente en una abrupta caída del precio del petróleo y se teme que rápidamente se frente cualquier inversión en yacimientos no convencionales.

En el caso contrario, si Trump es reelecto, hay quienes especulan que en su nueva gestión el republicano podría acordar con los principales productores de petróleo convencional del mundo, nucleados en la OPEP, y generar un incremento del precio del barril de petróleo que se encuentra muy debilitado aún tras el efecto drástico de la pandemia y las cuarentenas.
Qué fue lo último que dijeron los candidatos
“Biden prohibirá el fracking”, lanzó Trump en un debate, a lo que Biden respondió: “No, no, no voy a prohibir el fracking, punto”. Claro está que lo decía en la recta final de la campaña y en un estado petrolero. Pero sí admitió que propone “prohibir los nuevos permisos de petróleo y gas en tierras y aguas públicas”.
“Desde los pueblos costeros hasta las granjas rurales y los centros urbanos, el cambio climático representa una amenaza existencial, no solo para nuestro medio ambiente, sino también para nuestra salud, nuestras comunidades, nuestra seguridad nacional y nuestro bienestar económico”, afirma en el primer párrafo la extensa propuesta energética oficial de Biden.
