El convenio firmado por Volnovich no especifica cuántos practicantes ingresarán, ni el monto que se le pagará a la Universidad.

BUENOS AIRES.- La directora del PAMI, la camporista Luana Volnovich, volvió a firmar un convenio con una universidad, esta vez, para que la Facultad de Medicina de la UBA recomiende pasantes para trabajar en la obra social de los jubilados.
La resolución establece que el Instituto recibirá a aquellos pasantes que hayan sido seleccionados por la Universidad para desarrollar tareas que les permitan profundizar su formación dentro del Instituto.
El PAMI le abonará a cada pasante un monto equivalente a un salario básico del Convenio Colectivo de Trabajo para los trabajadores del Instituto según su equivalente en horas ya que prestaran “servicio” por un total de 20 horas semanales.
La resolución de Volnovich tiene varios puntos oscuros. No especifica cuántos pasantes ocupará ni el monto en pesos, sino que lo disfraza al equivalente de un salario básico del Convenio Colectivo de Trabajo.
Además del incentivo para los pasantes, el PAMI pagará a la Facultad de Medicina un 5 por ciento del gasto en sueldo de pasantes, en concepto de gastos administrativos.
En los considerandos de la resolución se argumenta que “dada la situación de gravedad que atraviesa el país en el marco de la emergencia sanitaria es necesaria la incorporación de personal idóneo para garantizar la atención de los afiliados y afiliadas y en ese sentido la convocatoria se abre a todos los pasantes que hayan sido designados por la Facultad siempre y cuando sean estudiantes regulares, no estén incluidos en otro programa de pasantías y sean mayores de 18 años”. La norma no aclara en ningún momento el conocimiento o las aptitudes que deberán tener para formar parte del programa por lo que el grado de idoneidad que se pretende justificar no queda muy claro.
Por otro lado en el Anexo II (IF-2020-45137573-INSSJP-DE#INSSJP) se establece claramente que llevarán a cabo tareas administrativas ya que según en las fundamentaciones de la norma se pone de manifiesto de forma textual que el PAMI no cuenta con la infraestructura necesaria porque teóricamente está al límite de sus capacidades, si esto es así entonces la situación del PAMI está muy lejos de lo bien que es presentada en las publicidades institucionales del organismo.
Una vez más se toman decisiones arbitrarias y sin comunicar previamente ni consensuarlo con los afiliados que son los verdaderos dueños del PAMI y a quienes deberían participar de decisiones que involucran el destino de los fondos de su obra social ya que como dice la Ley 19.032, los jubilados deben estar sentados en la conducción del Instituto a través de los representantes que ellos designen.
No es la primera vez que el PAMI recurre a Universidades. Como ya dio cuenta EL FEDERAL NOTICIAS, Volnovich firmó dos polémicos acuerdos con la Universidad de San Martín por un monto cercano a los 40 millones de pesos de los jubilados para hacer encuestas y para montar un call center.
Los convenios con Universidades fueron muy usados por el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, como una forma de eludir los controles del Estado.
Desde el inicio de la cuarentena, varios organismos justificaron sus decisiones y contrataciones en el marco de emergencia sanitaria llevando a cabo contrataciones directas de bienes y servicios, muchos casos terminaron en polémicas.