El gobernador de una de las provincias más pobres del país no tiene margen para cerrar la economía de nuevo. Más de 800 casos en la provincia.

SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- El brote de coronavirus no se detiene en Tucumán y en pocas semanas quedó en evidencia el desmanejo del gobierno provincial, a cargo de Juan Manzur (Frente de Todos), para combatir la pandemia.
El mandatario tucumano se encuentra entre la espada y la pared. Mientras no puede controlar el brote, a pesar de haber aislado algunos barrios en distintas localidades, el virus ya circula en toda la provincia. El mal manejo de la pandemia obliga a Manzur a mantener abierta la economía, aunque con algunas restricciones, para que no explote también la pobreza.
El Ministerio de Salud Pública informó que se sumaron 36 nuevos casos de COVID-19 en Tucumán, totalizando 814.
Los casos corresponden a los siguientes departamentos: Capital (20); Cruz Alta (7); Yerba Buena (3); Río Chico (2); Tafí Viejo (2); Lules (1); Famailla (1). Los mismos se encuentran en aislamiento de manera preventiva.
Así mismo se informó que un sanatorio privado notificó el fallecimiento de un paciente de 87 años con antecedentes de insuficiencia cardíaca entre otras comorbilidades. El mismo se encontraba en grave estado de salud en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica.
Con este fallecimiento, de quien no trascendió la identidad, llegan a 10 las muertes en la provincia, una tasa de mortalidad del 1 por ciento.
Tucumán era vista como una de las provincias que mejor administraba los contagios y ya se especulaba con una pronta vuelta a clases. Toda esa idea volvió a fase cero.