El médico Facundo Pereyra, gurú de la gastroenterología de Cipolletti en Río Negro, creó un plan revolucionario para mejorar la salud digestiva.

El Doctor es segunda generación de gastroenterólogos y especialista en medicina interna, gastroenterología y endoscopía digestiva.
Además de atender su consultorio particular, hace 12 años que trabaja ad honorem en el hospital público de Cipolletti.
En base a su amplia experiencia médica y, ante la recurrencia de pacientes con sintomatología asociable al síndrome del intestino permeable, desarrolló el programa de autogestión “Medicina Digestiva y Bienestar” que propone invertir voluntad durante 15 días para obtener un resultado que no tiene precio: calidad de vida para toda la vida.
Malestar y distensión abdominal, dificultad para bajar de peso, dolores articulares y musculares, hinchazón de manos y pies, ansiedad, depresión son algunos de los síntomas recurrentes de sus pacientes a diario.
Explica que “son síntomas muy comunes que vemos todo el tiempo en los consultorios. Por eso decimos que 2 de cada 10 personas tienen su salud afectada por un mal funcionamiento digestivo pero la inmensa mayoría no lo sabe”.
En nuestro intestino está el 80% del sistema inmunológico. De hecho, 2 de cada 10 argentinos tienen problemas en el intestino que le generan un mal funcionamiento del sistema inmunológico.
Entonces, es la base de muchas enfermedades crónicas o inmunológicas, de la piel, reumatológicas, metabólicas o de ansiedad y depresión. Cualquier enfermedad autoinmune puede estar vinculada con problemas digestivos.
Para hacerlo fácil, el intestino y su microbiota influyen en muchos más aspectos de la salud de los que nos imaginamos.
El síndrome del intestino permeable aún no tiene gran entidad médica en las líneas tradicionales pero los síntomas que se reiteran evidencian su existencia, por lo que trabaja en tal sentido para mejorar las condiciones de sus pacientes.
La teoría postula que ciertos factores pueden alterar la permeabilidad del intestino y permitir el paso de toxinas y alimentos mal digeridos, desde la luz intestinal hacia la sangre.
Esos factores pueden ser el gluten, el estrés, los lácteos, los analgésicos, los antibióticos, los cambios hormonales como en los embarazos o puerperio o infecciones virales en el sistema digestivo.

Entonces, la barrera que nos protege de lo que está en el intestino, y que es muy selectiva en el paso de sustancias, se ve alterada y permite el paso de sustancias a la sangre que generan un conjunto de síntomas que coinciden con el síndrome del intestino permeable.
“Lo revolucionario del Plan es que permite que la gente, antes de comenzar, pueda autotestear sus síntomas a través de un marcador de puntos que indica si el paciente es compatible o no con este síndrome”.
Así, “seleccionamos con precisión quién puede beneficiarse con el Plan y evitamos esfuerzos o desilusiones. Y, la otra característica interesante es que parte del tratamiento es la información. Ni más ni menos. Porque el poder de sanar está en cada uno, y ahí también reside la clave”.
Además se trabaja en comunidad, asociado a otros desde chats con coordinadores que responden consultas, entregan recetas y monitorean el proceso.
En 15 días se diagrama un plan alimentario retirando transitoriamente alimentos que inflaman, se gestiona el stress, se indican suplementos que ayuden a la permeabilidad intestinal , todo aquello que ayude a modificar hábitos.
“Es un plan entre medicina tradicional y alternativa que no descarta la consulta médica pero entusiasma con la cantidad de testimonios de hombres y mujeres que recuperan su vitalidad, dificultades para bajar de peso y la ansiedad”.