
Por José Ignacio Sbrocco
EL FEDERAL NOTICIAS
«Si hay algo que sabe hacer La Cámpora, es hacer caja». Con esta frase, un dirigente del Frente de Todos resumió lo que será el año electoral, donde el gobierno nacional se juega su futuro.
El peronismo parece haberle cedido a La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, la estrategia electoral para el 2021.
Las primeras movidas se dieron en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires. En el distrito electoral más importante del país, el PJ bonaerense seguramente será conducido por el diputado nacional Máximo Kirchner. Lo curioso es que en PJ porteño, manejado durante años por un «albertista» de la primera hora, como Víctor Santa María, dejará el trono en manos de Mariano Recalde. Así, La Cámpora manejará el PJ de dos de los distritos políticos más importantes del país.
Es relevante porque Santa María, dueño de un conglomerado de medios de comunicación que recibe millones en concepto de publicidad oficial, es uno de los hombres más ligados al presidente Alberto Fernández. De hecho, el secretario de Medios y Comunicación Pública, Francisco Meritello, fue el CEO de las empresas de Santa María y ocupa un lugar relevante dentro del gabinete de Alberto Fernández.
Desde que asumió Fernández, a diferencia de lo que muchos creían durante la campaña electoral, la vicepresidenta Cristina Kirchner se fue quedando con espacios relevantes dentro del gabinete, especialmente los que manejan presupuestos multimillonarios.
Una de las cajas negras es el PAMI, cuya directora ejecutiva es Luana Volnovich. Desde que asumió, firmó polémicos convenios millonarios con Universidades. El ex ministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido afronta varios procesos penales por esos convenios.
En ANSES, Fernanda Raverta también es muy resistida por el peronismo tradicional, pero su ligazón con La Cámpora le permite continuar tranquila en el cargo.
Quizá una de las muestras más claras de la vocación de La Cámpora por hacer caja la haya develado en estos días Mariano Recalde.
El plan Qunita es quizá uno de los grandes escándalos de corrupción del gobierno de Cristina Kirchner. El ex ministro de Salud y actual gobernador de Tucumán está complicado por su participación por «haber armado una licitación a medida para que se presentara un solo proveedor». En ese expediente también están siendo investigados el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández y quien fuera el sucesor de Manzur, Daniel Gollán, ahora ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires.
El juez Claudio Bonadio había elevado a juicio la causa. En el expediente había escrito que «son numerosas las pruebas reunidas en este sentido y valoradas en cada uno de los requerimientos que permiten sospechar la existencia de precios abultados intencionalmente, y que habilitan sin lugar a dudas el paso de esta investigación a la siguiente etapa».
Se trata de un plan asistencial mediante el cual se entregaba a las madres de niños recién nacidos un kit de cunas y prendas para el bebe, que fueron adquiridos con sobreprecios. La polémica surgió porque las «qunitas» eran de cartón.

Para la acusación, el plan generó un perjuicio económico «considerable» a las arcas del Estado, ya que la partida presupuestaria librada fue de 1097 millones de pesos para 140.000 kits, cuando la prevista originalmente para la operación era de 675 millones para 150.000 kits.
Recalde homenajeó al creador de las Qunitas, que era un militante de La Cámpora fallecido recientemente.
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