Estamos en la actividad turística por la crisis del coronavirus en una nueva situación que nadie siquiera soñó en la peor de sus pesadillas. Hasta que no haya vacuna vamos a transitar con barbijo y alcohol en gel y sin turistas, al menos como los conocíamos hasta ahora.
Cuando haya una apertura se van a necesitar preparar a los turistas y a los destinos en esta nueva normalidad. Si esa salida es “a lo loco”, vamos a fracasar. Además va a ser una gran irresponsabilidad y todo el esfuerzo que se hizo, va a caer en saco roto. Todo indica que la salida va a ser lenta, va a ser como el Racing de Merlo: se va a avanzar paso a paso.
Sin embargo esto choca con lo que surge de diversos estudios, que hablan de que los argentinos tienen un gran interés y necesidad por salir, por viajar, por sentirse libres. Ya se vio en diversos países que ante aperturas, los ciudadanos se liberan e irrumpen de manera abrupta, repitiendo conductas del pasado previo a la pandemia. Esta necesidad se verá agudizada en el caso de Argentina por la inflación. Los procesos inflacionarios nos enseñaron qué más vale consumir hoy, qué ahorrar, a ser precavido. Ante esta situación es muy probable que el turismo explote.
Para que esta situación funcione bien, cada centro turístico deberá implementar un trabajo conjunto entre todos los sectores involucrados. Yo creo que la premisa de trabajo debiera ser “lo que es bueno para los residentes, es bueno para los visitantes”. Lo ideal sería, además, definir el modelo de desarrollo turístico del destino, sobre la base de hacer de manera amplia más sustentable el turismo.
Se debería fortalecer la cadena de valor y en la integración de todos los recursos que una comunidad tiene. Desde lo chiquito a lo grande. Vamos a poner un ejemplo para que sea más gráfico: si queremos un modelo de desarrollo turístico que favorezca la sustentabilidad del turismo en una comunidad, el dulce que se sirve el desayuno, tiene que ser un dulce local y no de una fábrica de otra provincia.
También hay qué fortalecer las relaciones inter empresarias y de las empresas con el Estado local.
Jugara un rol fundamental el trabajo en común con el sector salud.
Pero, cómo vamos a lograrlo? Es evidente que hay que trabajar en forma coordinada y esa coordinación tiene que ser fruto de una nueva alianza entre los distintos sectores involucrados.
La construcción en cada centro turístico de un nuevo liderazgo en el sector será fundamental. También que la persona que disponga de un decreto que lo nombra responsable del turismo de una comunidad, asuma que el liderazgo no se decreta, sino que se gana trabajando. Trabajando todos juntos, sin divisiones ni mesianismos lograremos construir un turismo mejor en cada comunidad. Pero hay que empezar ya.
José Luis López Ibáñez es Licenciado en turismo. Creador del grupo Turismo Técnico. Profesor universitario y consultor. Miembro de la Academia Argentina del Turismo. lopezitur@gmail.com
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