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El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se reunió este martes con referentes de la Guardia Washek, liderados por Ariel Fabián, en Roque Sáenz Peña para pedirles que dejen la lucha armada.
Lo que había surgido como una fuerza paramilitar para defender tierras aborígenes de la avanzada “criolla”, terminó transformándose en un grupo violento que se maneja al margen de la ley y que ha secuestrado, golpeado y humillado jovenes -algunos de ellos menores de edad- de la localidad chaqueña de El Sauzalito por el simple hecho no pertenecer a su agrupación.
La foto que ilustra esta nota es una muestra de las vejaciones que ocurren en ese municipio. Pero mientras Capitanich pasaba de la negación a pedirle, nuevamente, a la Guardia Washek que bajase un cambio, molesto con la publicación de las crónicas de PeriodismoyPunto, entre otros portales, otros grupos paramilitares empezaron a surgir en Chaco.
Como respuesta a esa militarización del extremismo aborígen, “Fuerza Criolla” se autoproclamaba como una avanzada de ciudadanos de Miraflores para contrarrestar el accionar de otra Guardia que pretende replicar a la Washek. Aseguran que hay interconexiones entre sus integrantes y que habría un plan para adueñarse de una estratégica zona del NOA.
Las denuncias policiales contra violentos integrantes de la Guardia Washek comienzan a moverse en la Justicia, a pesar de la cuarentena y la parálisis general. La historia recién empieza.
Fuente: Luis Gasulla (Periodismo y Punto)
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