Por: Lic José Luis López Ibáñez
En plena cuarentena se habla mucho de todos los maravillosos cambios que se van a producir en el mundo, como resultado positivo un cambio de comportamiento en los ciudadanos y los diferentes agentes económicos a partir de confinamiento universal vivido por la pandemia del coronavirus. Muchos hablan del reflorecimiento de la naturaleza, otros hablan de los cuidados que vamos a tener de ahora en más, en un florecimiento de los conceptos vinculados a la sustentabilidad y que, en turismo no volveremos a ser cosas negativas para los destinos y la actividad turística.
Sin embargo yo no veo mucho trabajo en esa dirección. No veo gente trabajando para desarrollar plantas de tratamiento de líquidos cloacales o contaminantes de las industrias, ni educando a los ciudadanos en reciclar, reutilizar o reducir consumos, máquinas, envases. No veo que estemos haciendo algo para vivir en un mundo con menos contaminación.
Quizás haya cuando se vuelva a la normalidad por parte del público búsqueda de viajes con mas naturaleza, pero para que esto se manifieste de manera rotunda y sea un cambio en el mercado deberá incluir la reformulación de los emprendimientos existentes y fundamentalmente profundos cambios en los hábitos del comportamiento del consumidor turístico.
Todos los lugares donde se terminó la cuarentena se verificó el mismo fenómeno la gente siguió haciendo la misma vida qué hacía antes y los cambios fueron mínimos y obligados por regulaciones que buscaban minimizar las posibilidades de contagio. Las primeras imágenes de los chinos viajando (que es el único mercado importante que se abrió nuevamente al turismo) no muestran un cambio importante. Más bien, lo que se observa en todos los campos en los que se “recupero” la vida, en una vuelta a lo mismo con una profundización de las tendencias que se manifestaban hasta el coronavirus.
Tengo mis dudas de que haya un cambio profundo después de todo esto. Los cambios verdaderos no son los que suceden en 2 meses. Los cambios que se establecen en el tiempo son aquellos que tienen una evolución. El 11 de septiembre nos enseña que volvimos a viajar igual que antes, pero con muy pocos cambios que se debían básicamente los que se imponían para intentar lograr mayores niveles de seguridad en detrimento de la libertad individual. El único cambio “significativo” fue que debíamos llegar una hora antes al aeropuerto, básicamente, para pasar por controles. Con el tiempo ese tiempo y esos controles hasta nos parecieron normales.
Todo igualmente lleva a pensar que cuando se autorice a volver a viajar, va a existir un nuevo segmento que es el segmento “sensible al cobit” compuesto básicamente por aquellos que estén dispuestos a pagar más, por una certificación vinculada al covid-19. Pero mucha gente, y me animo a decir que la mayoría, va a tender a viajar de la misma manera que viajó hasta ahora. Para este grupo va a seguir siendo el precio y las facilidades elemento diferencial y determinante.
Todo lleva a pensar que los turistas se van a comportar más o menos igual que como se venían comportando antes. Esto nos posibilita saber hacer la lista de que nos faltaba en nuestro destino para tener éxito en turismo. Pero para ello primero tenemos que definir para nosotros que significa tener éxito en turismo. Llenar los hoteles? Vender lotes de una nueva urbanización dirigida a que turistas se construyan una casa de veraneo? Que se llene el camping? Que llenemos para la carrera de turismo carretera, el carnaval, o la fiesta del pueblo? Que pase el Dakar?
También debemos tener en cuenta de qué manera vamos a favorecer que la mayor parte de la población se vea favorecida beneficiada con la actividad turística. La venta de producción local ya sea de alimentos artesanías o productos manufacturados debiera ser de nuestro interés cómo comunidad. Más allá de que nos interesa vender en nuestra empresa, el turismo tiene la característica que necesitamos que a los otros del pueblo, incluso lo que podemos llegar a considerar nuestros competidores directos, les vaya bien. En turismo nadie se salva solo.
Cada comunidad tiene la posibilidad durante esta cuarentena de hacer una lista de que le falta para vender mejor, para llegar a nuevos segmentos, para satisfacer mejor a los que recibe…. Teniendo esa lista es más fácil generar las acciones para poder hacer lo que hay que hacer.
JOSE LUIS LOPEZ IBAÑEZ, Licenciado en turismo. Creador del grupo Turismo Técnico. Profesor universitario y consultor. Miembro de la Academia Argentina del Turismo. lopezitur@gmail.com – TW @lopezitur