Según publicó el diario MDZ en una nota que firma Pablo Icardi, la controversia nació porque «los gobernadores no tienen la «máquina de hacer billetes» que sí posee la Nación y los gobernadores reclaman que la emisión monetaria se coparticipe. Alberto Fernández no ha respondido positivamente a ese reclamo y, en cambio, acota la ayuda a líneas de crédito que tienen un margen más amplio de discrecionalidad«
Mendoza pidió, junto con otras provincias, que se coparticipen los mismos fondos que el año pasado (actualizado por inflación) sin depender de la recaudación. Es decir que la emisión monetaria sea repartida.
En ese contexto, Alfredo Cornejo, que llegó al Congreso con algo de fastidio «porque lo legislativo no es lo suyo», esgrime su rol de legislador y presidente de la UCR como la base para construir una plataforma política que busca romper con «el relato único» que, según él, busca crear el Gobierno nacional.
Así fue como atacó al Presidente diciendo «que está cada vez más abrazado» a la vicepresidenta, Cristina Kirchner antes «que a un diálogo fructífero para un acuerdo», por lo que denunció que hay «un avasallamiento nunca visto del federalismo». También se quejó de que el Gobierno pone a la oposición «en el lugar de los que no cuidan la vida» y consideró que «es un error garrafal haber hecho una contradicción entre salud y economía». «Va a quedar muy claro cuando empiecen a verse los resultados económicos de esta pandemia. El 20 de marzo se cerró y se apagó la economía», según publicó el Diario Perfil
Cornejo endurece su discurso, aunque tratando de mantener distancia con la política local para no comprometer a Rodolfo Suarez en esa pelea.
Mientras tanto, Fernández dice que «me parece que yo estaría preocupado por la deuda y la situación económica que tiene Mendoza, que le ha exigido al actual gobernador pedir tanta ayuda al gobierno nacional». La frase es mucho más que una chicana política. Supuestamente el mensaje es en respuesta a Alfredo Cornejo, pero el destinatario real es el gobernador Rodolfo Suarez.
Finalmente, lo que queda como sedimento es que el cruce saca a la luz la pelea política de fondo: el control de los recursos y la manera forzada de administrarlos por la pandemia que hace el gobierno nacional sobre las provincias.
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