El ex presidente puso paños fríos a las declaraciones que hizo en un programa de televisión, que fue condenado por todo el arco político.

El ex presidente Eduardo Duhalde indicó en una entrevista televisiva que el país podría sufrir un golpe de estado en el marco de la grave crisis que atraviesa el gobierno de Alberto Fernández.
Indicó: “No se puede seguir así, para que haya elecciones tienen que ser consensuadas y borrar estas cosas que no sirven para nada”. Y agregó en referencia al proyecto de reforma judicial que debía tratar el Congreso. “No digo que Alberto Fernández vaya a sufrir un golpe”, aunque insistió en que “Argentina corre el riesgo porque este es un desastre tan grande que no puede pasar nada bueno”. Vaticinó que la actual “es la más compleja de las presidencias” y que “se va a generar un clima peor al ‘que se vayan todos´” de 2001 “ya que puede terminar en una especie de guerra civil”.
Sus dichos del día lunes, cosecharon una bocanada de rechazo en distintos sectores políticos y sociales que no se hicieron esperar.
Funcionarios oficialistas como el propio Jefe de gabinete Santiago Cafiero, referentes de Derechos Humanos y la oposición advirtieron sobre escenarios que Argentina dejó atrás más allá de las dificultades.
Frente a tamaño rechazo el propio Duhalde salió a desdecirse, sin antes redoblar la apuesta indicando que las declaraciones tenían sustento en información cercana a las fuerzas armadas y al propio gobierno nacional.
El propio ex presidente contó, que un “señor del Ejército” le habló sobre la posibilidad de un golpe de Estado, lo cual se lo transmitió de inmediato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y luego a Agustín Rossi, ministro de Defensa.
“Cuando me dicen eso, quise ubicarlo a Rossi no lo pude hacer, la llamo a Cristina, le digo pasa esto y ella me dijo: ‘Andá inmediatamente a ver a Rossi’ y el 18 de julio lo fui a ver. Le conté exactamente lo que yo conocía y me dijo: `Eduardo estoy absolutamente convencido que las Fuerzas Armadas están defendiendo el sistema democrático, pero voy a averiguar’”.
En el intento de aclarar todo el recorrido que le hizo decir lo que dijo Eduardo Duhalde justificó su comportamiento ligado al “ser peronista” y la historia que los asocia a los golpes de estado en el país.
Para culminar su raid mediático y arrancar el fin de semana más tranquilo, indicó que sus declaraciones se debieron a comportamientos “psicóticos” momentáneos y “desenganches de la realidad” producto de la pandemia que sufrimos todos los argentinos y el mundo.
En una nueva entrevista sobre sus dichos expresó: “Yo les contaba a mis hijas y ahora a todos, que desde hace muchos meses vengo hablando de un tema: que la pandemia produce actitudes psicóticas y, ahora como nunca, ves gente que dice cosas que en su sano juicio no las diría”.
La mirada de un ex presidente sobre la realidad del país debiera ser más objetiva y con aportes que ayuden a pensar escenarios posibles, mucho más cuando son convocados por su supuesta seriedad y trayectoria.