Descubren en el sur de México la estructura ceremonial más grande y más antigua construida por la civilización Maya.

Imagen: Takeshi Inomata / Nature
Científicos que utilizan un método de teledetección aérea han descubierto la estructura más grande y más antigua conocida construida por la antigua civilización maya: una colosal plataforma elevada rectangular construida entre 1,000 y 800 a. C. en el estado mexicano de Tabasco.
En el estudio, publicado en Nature, participó un equipo internacional de arqueólogos e investigadores, incluyendo a Takeshi Inomata como investigador principal, un arqueólogo de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, en conjunto con el Centro nacional de mapeo aéreo mediante láser de Estados Unidos, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México.
La estructura, a diferencia de las pirámides mayas en alza en ciudades como Tikal en Guatemala y Palenque en México erigidas unos 1.500 años después, no estaba construida de piedra, sino de arcilla y tierra, y probablemente se usó para rituales masivos, dijeron investigadores el miércoles.
Ubicada en un sitio llamado Aguada Fénix, cerca de la frontera con Guatemala, la estructura mide casi 400 metros de ancho y 1,400 metros de largo y entre 10 y 15 metros de altura. En volumen total, superó la Gran Pirámide de Giza del antiguo Egipto construida 1.500 años antes.

Imagen: Takeshi Inomata / Nature
No había signos de esculturas que representaran individuos de alto estatus, lo que sugiere que la cultura maya en esta etapa temprana era más comunal y solo más tarde desarrolló desigualdad social y una sociedad jerárquica dirigida por la realeza, dijeron los investigadores.
Curiosamente, la estructura fue descubierta en una zona habitada, pero hasta ahora no la habían encontrado debido a su gran magnitud.
Además de su tamaño y antigüedad, los arqueólogos han determinado que este monumento, que habría sido construido por un grupo de personas en armonía y colaboración durante un período con vacío de poder, parece haber sido utilizado por los mayas para observar el movimiento del Sol y otros cuerpos celestiales en el horizonte. Según el estudio, dependiendo de la parte de la estructura en la que se posicionara un observador, se podría apreciar mejor el solsticio de verano o de invierno. “Se trata de un diseño simple pero brillante, que hemos visto construido en distintas regiones habitadas por los mayas”, mencionaron los investigadores. “Los rituales probablemente involucraban procesiones a lo largo de las calzadas y dentro de la plaza rectangular. La gente también depositaba objetos simbólicos como hachas de jade en el centro de la meseta”.