
Hace tiempo el Defensor de la Tercera Edad, Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Geriatría y Gerontología, reconocido por su trayectoria frente ala temática de la vejez viene manifestándose sobre la situación de los jubilados y pensionados en Argentina.
“El deterioro hacia los jubilados es cada vez mayor y hipocresía es total, me da asco. Es una realidad pornográfica”, dijo, al mismo tiempo que agregó: “La sociedad naturalizó que alguien con $16.00 pueda vivir. Los jubilados tienen que salir y exponerse para hacer alguna changa porque sino con lo que cobran no pueden vivir. Estamos ante una situación terminal del sistema”.
Hace unos días se hizo eco del aumento por Decreto y lo consideró «paupérrimo e irrespetuoso». «El maltrato a los jubilados sigue estando vigente. Hay hipocresía discursiva», manifestó. Así mismo, ya había presentado un recurso de amparo frente al reemplazo de la fórmula sancionada por ley disponiendo aumentos menores a los establecidos y por DNU.
Frente al panorama cada vez más urgente para el sector cargó duro y se manifestó: “Hay una gran virtud en este gobierno que es sincerar el despojo a los jubilados».
Más de 6.900.000 habitantes de nuestro país son personas de 60 años y más. La calidad de vida de los adultos mayores representa una porción significativa de nuestra población y la cobertura social de mayor impacto para el gasto público.
Por lo que es evidente que es el sector más comprometido en su desarrollo diario frente a la Pandemia y a la crisis económica que afecta cada vez más al país. Si bien los jubilados son una deuda anterior.
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