
La Asociación de Funcionarios y Abogados para la Defensa de los Animales (Afada), y la Asociación Amigos del Reino Animal Fueguino (Araf), presentaron un amparo ante la justicia para evitar la medida, que según el organismo dependiente del Conicet, es necesaria ya que los conejos “destruyen la vegetación, eliminando el hábitat de especies nativas».
«Es un riesgo ambiental y sanitario para la zona y en especial para la propia sede del organismo», explicaron desde el CADIC a través de un comunicado, ya que los conejos construyen madrigueras que producen hundimientos y derrumbes, poniendo en serio riesgo la infraestructura que apoye sobre ellas, como el edificio del Cadic.
Uno de los temas más discutidos es la utilización de gas fosfina para eliminar a los conejos, para lo que el organismo comunicó que se realizará una «fumigación pasiva y extracción manual, y no implicará riesgo para la seguridad ni la salud de humanos, ni de otras especies animales y posee un impacto nulo para el medioambiente”. Este tipo de químico sería altamente tóxico para cualquier ser vivo” y según la Organización Mundial de la Salud están clasificadas en categoría IA: extremadamente tóxicas.
Desde el Cadic, Adrián Schiavini, doctor en biología e investigador del organismo, sostuvo que los conejos muertos “quedarán debajo del edificio, sin que predadores ni carroñeros pueden acceder a ellos. Por lo tanto es erróneo hablar de riesgos para otros animales, para seres humanos o para el medio ambiente”,
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