El Gobierno de Paraguay confirmó que se quedará con el 50% de la generación eléctrica que le corresponde de la represa binacional.
Hugo Roldán
El Federal Noticias
ASUNCIÓN.- Desde que Santiago Peña asumió la presidencia de Paraguay, la relación bilateral con Argentina es cada vez más tensa. Por un lado, el Gobierno argentino insiste en el cobro del peaje en un tramo de la Hidrovía y en la retención de barcos con bandera paraguaya por falta de pago. Por el otro, el uso de la energía de la represa de Yacyretá.
En las últimas horas, el Gobierno de Paraguay anunció que se quedará con el 50% de la generación de energía que le corresponde de la Central Hidroeléctrica Yacyretá y no se lo venderá a la Argentina como hacía hasta ahora.
El presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Félix Sosa, confirmó públicamente esta medida y agregó que, para amortiguar el uso energético a nivel nacional, redujeron el uso de la represa de Itaipú, que Paraguay comparte con Brasil.
Se destaca que el costo de la energía que proviene de Itaipú, es más bajo que el de Yacyretá. Por lo tanto, la medida anunciada por Asunción no responde de ninguna manera a una lógica económica, sino a una política. “Es una decisión política del presidente”, reconoció el titular de ANDE.
Desde ambos lados de la frontera saben que esta medida es una especie de represalia a la negativa del gobierno argentino por dar marcha atrás con el cobro de un peaje de U$S 1,47 por tonelada a los barcos de bandera extranjera que transitan en el tramo Confluencia-Santa Fe de la Hidrovía.
El acuerdo entre ambos países, indica que Paraguay puede retirar hasta el 50% de la generación eléctrica de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Actualmente utiliza en promedio solo un 10%. Hubo momentos en que la demanda paraguaya aumentaba, pero habitualmente se mantenía en torno a los diez puntos. En la actualidad, Yacyretá tiene una producción total de 2.068 MW.
Con esta última medida, de los 1.035 MW que le corresponde, Paraguay empezó a hacer uso de 850 MW que antes se los vendía a la Argentina por U$S 50 por MW. Posiblemente ahora le venda ese excedente a Brasil, pero a un precio menor. Allí reside parte de la pérdida económica que tendrá Asunción para priorizar la decisión política.