Por José María Ramón
Un sistema bien administrado debe lograr funcionamientos sustentables y predecibles de sus servicios públicos, con amplia cobertura, y modernización en tiempo y forma que evite obsolescencias de todo tipo. Esto es exactamente lo que no sucede con el servicio eléctrico, el agua y las cloacas en Chubut.
La mala administración de muchas cooperativas administradoras fue lentamente acostumbrando a los ciudadanos a vivir entre derrames cloacales que inundan nuestras calles, e infectan nuestras veredas. Además, nos obligan a soportar cortes y reparaciones con obras de emparchado de cañerías precario por toda la ciudad que al poco de andar se rompen 100 metros más adelante… Las casas se inundan, las cañerías se tapan, y se producen volcados clandestinos a pluviales sin control alguno. Todo esto para los casos afortunados de tener sistema cloacal, realidad que muchísimas localidades y barrios de la provincia aún no tienen.
Pero el problema de la rana hasta morir, es la lentitud o rapidez con que se calienta el agua… nuestra agua se fue calentando lentamente y ya nos tienen acostumbrados a vivir rodeados de tapas cloacales que rebalsan por todas las esquinas y salpican veredas. De apagones de luz y de falta de agua en el verano.
Las excusas de sus responsables, durante años es siempre el mismo, no hay plata para obras. Hay que emparchar como se pueda e ir piloteando el día a día.
También aceptamos de este sistema espantoso, la contaminación con los volcados cloacales a ríos o al mar sin ser reutilizados, o se acumulan en la laguna negra del valle inferior, que ya es un mar de líquidos cloacales que infecta todo a su paso, desaloja chacras, arruina tierras y golpea la espalda de Rawson; como si aún no tuviéramos las soluciones tecnológicas o científicas para desarrollar alternativas y soluciones ambientalmente aceptables o como si nuestra salud y nuestro medio ambiente no importaran absolutamente nada. Los privilegios importan más.
Debemos entender que si parte de esta clase política fue capaz de robarse los colchones y la comida para las familias inundadas y desesperadas de Comodoro Rivadavia en plena inundación, imaginen lo que son capaz con la administración de nuestros servicios públicos.
Cammesa y la luz gratis para todos y todas…
La electricidad la provee Cammesa, excepto en más de 15 comunidades del interior que aún funcionan a motor generador mal abastecido y peor mantenido y que ruegan a Dios tener luz al menos 5 días a la semana. Que ya están resignados a la imposibilidad de recibir nuevas actividades económicas que les de trabajo real porque no hay energía para alimentarla, pero ese es otro capítulo vergonzoso que merece ser profundizado en un próximo artículo.
Cammesa es la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico es una empresa privada argentina “sin fines de lucro” donde el 80% está en manos de agentes del mercado mayorista de electricidad, mientras que el 20% restante pertenece al Ministerio de Energía, es una empresa mixta hoy conducida por un dirigente de La Cámpora. Las Cooperativas de Chubut que son las distribuidoras locales de la energía, han dejado de pagar hace mucho tiempo su materia prima principal y ya le deben aproximadamente 10.000 millones de pesos a Cammesa, quien cada tanto logra algún fallo para embargar alguna cuenta de las cooperativas que no le paga absolutamente nada. Pero la sangre nunca llega al río y la luz sigue siendo “gratis” para Chubut, por ahora.
Además, las cooperativas quieren integrar el directorio de Cammesa para fortalecer el lobby de la luz gratis para todos. Veremos si los sectores políticos de La Cámpora lo permiten y como se implemente este objetivo político.
Este plan insólito y único en el mundo de luz gratis para todos, con la pandemia ha tenido un avance más, una tendencia creciente del no pago del enganche por ejemplo. A partir que Chubut adhiere a las disposiciones establecidas en el DNU Nº 311/2020 del Poder Ejecutivo Nacional, “en cuanto a la abstención de corte de servicios en caso de mora o falta de pago a los usuarios que integran los grupos vulnerables establecidos en dicha norma, con los alcances establecidos en el presente decreto”. Asimismo, designa como autoridad de aplicación al Ente Provincial Regulador de los Servicios Públicos, que encabeza Gustavo Monesterolo.
¿Quién pondrá de nuevo al genio dentro de la lámpara? ¿Cómo se volverá a comenzar a exigir el pago de los servicios públicos luego de meses o años sin pagar nada? estas cosas siempre terminan mal.
Según el nuevo asistente y aliado de Héctor González ( mandamás de los Servicios Públicos de Chubut) Presidente de la Fechcoop, Fabricio Petrakosky (Federación de Cooperativas Chubutenses), en Chubut hay una cobrabilidad del 54% por las cooperativas que ya no alcanza ni para los sueldos del sistema, que son una factura tremenda por estar 4 veces por encima del promedio de salarios de la región.
Es increíble, pero esto significa que más del 40% de los usuarios no paga nada sus servicios de luz, agua y cloacas… entre los que se destacan pueblos enteros donde nunca se pagó la luz ni el agua. Además, muchas cooperativas del interior se sostienen con el aporte de la ex ley 1098 y los aportes del estado provincial, sin cobrarle nada a nadie.
Según Petrakosky lo recaudado ya no alcanza ni para pagar los sueldos en muchos casos y cito el caso de Trelew que paso de una cobrabilidad habitual del 88 por ciento antes de la pandemia, al 71 por ciento aproximadamente este año. Es decir que el 30% de los hogares no paga la luz.
En definitiva, el tumor se transformó en metástasis y está todo tomado el sistema, por ineficiencias, lobbies, irresponsabilidad, cortoplacismo, voracidad sindical.
Pero el sistema más allá de sus inmensas fuerzas de poder que vigilan y regulan la distribución de beneficios para sí mismos, ha llegado a su límite ya hace unos años. No puede aumentar sus ingresos vía aumento de tarifas a los usuarios para saciar esa sed infinita, porque al hacerlo aumenta la clandestinidad automáticamente, dado que la gente ya no puede pagar más, y lo que ingresa por tarifa se va por enganchados.
Tampoco puede bajar costos fijos a la vez que estos se expanden constantemente, al ritmo de la expansión urbana y la ampliación de privilegios. Por lo tanto, la nueva fase en la que estamos desde hace 4 años, es la del intento del Sindicato y sus satélites de estatizar y provincializar todo el sistema sacándoselo a los municipios y a las cooperativas locales, para acceder a los presupuestos generales de la administración pública, infinitamente más grandes y jugosos que las cajas recaudatorias locales.
Hasta ahora la dirigencia política se ha resistido, pero es una cuestión de tiempo que el lobby permanente, organizado y focalizado logre sus objetivos. Aunque hay obstáculos constitucionales que tendrán que sortear.
Si la Argentina no logra en los próximos tiempos estabilizar un modelo coherente y sustentable del sistema de servicios públicos de electricidad vía Cammesa, y si Chubut no construye una política sectorial más o menos consensuada por los sectores políticos, el mismo se seguirá fagocitando y colapsando con más apagones, más materia fecal en las calles, menos agua y precariedades crecientes de todo tipo que seguirán empeorando nuestra calidad de vida y nuestra competitividad económica.
Pero sobre todo y especialmente impedirán la llegada de nuevas inversiones económicas, fábricas, o emprendimientos significativos dado que no habrá energía ni agua para alimentarlos.
Sin embargo, si todo esto sigue su curso a esta velocidad… ¿las ranas saltarán a tiempo?.