
“Esto será un cementerio de comercios” afirmó Martín Garmendia, presidente de la entidad y señaló que «en algunos casos hubo cierres por esta situación de desesperación y desastre que estamos viviendo y, en otros casos, por los largos años que veníamos de un parate y una recesión total. Esto formó una tormenta total».
Un recorrido por el centro de Bahía Blanca permite observar una larga cadena de comercios cerrados, a lo que se suma el escaso tránsito por la cuarentena, lo que ofrece un panorama de desolación.
«El sector político de la ciudad entiende nuestra situación y tiene herramientas para ayudarnos, aunque generalmente por alguna situación el gobernador (Axel Kiciloff) le niega los pedidos o solo recibimos el 10% de lo solicitado.
“A las Pymes no llegaron las promesas del gobierno de facilidades y prerrogativas, cada vez hay más trabas», mencionó el presidente de la CCBB.
Solo funcionan las verdulerías y almacenes de barrio, pero «hoy venden mal hasta los comercios esenciales. Y más los no esenciales, porque van 60 días sin poder facturar y comprometiendo hasta su mismísima situación familiar. Bahía Blanca se encuentra aún peor que otras ciudades con las que hemos hablado. Y ya lo habíamos anticipado a fines del año pasado», añadió.
Si no se puede facturar no podemos atender la demanda de los impuestos nacionales, provinciales y municipales, agregó Garmendia
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