El equipo Xeneize empató 2 a 2 con independiente; River le ganó 2 a 1 a Racing.

BUENOS AIRES.- Era el partido ideal para que todos los desconfiados hicieran cientos de hipótesis de partidos arreglados. Boca dependía de sí mismo para quedarse con el título. Recibía a Independiente en la Bombonera. A pocos kilómetros de allí, en Avellaneda, Racing recibía a River con la obligación de ganar y esperar que Boca no se quedara con los tres puntos.
Que Independiente iba a jugar a menos para que Racing no saliera campeón. Que River iba a ir para atrás para que Boca no lograra una nueva estrella. Especulaciones que quedaron obsoletas porque los partidos se jugaron con mucha intensidad. Pudo haber sido para cualquiera, pero fue para Boca este torneo.
Independiente fue superior a Boca e incluso se puso adelante en el marcador, con gol de Fernández de penal. Dos minutos más tarde, Pol Fernández le dio el empate transitorio a Boca. Antes de finalizar el primer tiempo Agustín Rossi atajó dos pelotas clave para que la serie continuara igualada. Rossi, la gran figura de Boca, insólitamente no aparece en la primera lista de Lionel Scaloni para Qatar.
En el segundo tiempo, Boca salió decidido a asegurar el torneo y con un tiro libre brillante de Sebastián Villa puso en ventaja al equipo de Hugo Ibarra. Pero a 9 minutos del final, Vallejo conectó un cabezazo tras un tiro de esquina y dejó mal parado a Rossi que sólo pudo ver como la pelota acariciaba la red.
En esos 10 minutos eternos donde Boca no podía asegurar el campeonato, la atención estaba puesta en lo que ocurría en el Cilindro de Avellaneda. El partido estaba igualado en uno con goles de Borja y de Rojas (de penal).
Pero la inquietud llegó cuando el árbitro cobró penal para Racing, que con el empate de Boca, se quedaba con el torneo. Sin embargo, Franco Armani tapó el derechazo de Galván y en la bombonera respiraron aliviados. Armani se transformaba en el héroe de Boca.
Y ya en tiempo adicionado, otra vez el colombiano Borja puso el 2 a 1 para River y el campeonato para Boca. Apasionante definición, pero sobre todo, sin margen de especulación.