Había nacido en Acebal, Santa Fe, pero en 1956 se radicó en La Pampa. Vivió en Colonia 25 de Mayo, Toay y Santa Rosa. Socio fundador de la Asociación Pampeana de Escritores (APE) y miembro de la Fundación Chadileuvú, institución preocupada por la conservación y conocimiento de los ríos pampeanos.
Llegó a la provincia contratado por el gobierno provincial para realizar estudios para el aprovechamiento integral del río Colorado. La Adela, Colonia 25 de Mayo, el sur y el oeste pampeano, paisaje desértico y árido, son «la realidad, el marco de lo que yo trato de expresar con mi poesía», contó alguna vez. «Los elementos del entorno tienen una presencia notoria en mi obra», decía.
La repercusión de su obra excede largamente los límites provinciales, considerado entre los más importantes poetas nacionales y muchos de sus poemas han sido musicalizados.
Morisoli le dedicó su poesía de pleno a la provincia. Él mismo lo dijo, cuando recaló por motivos de trabajo en el Departamento Caleu-Caleu: «La zona me hechizó de entrada. No encuentro otra palabra que hechizo, sortilegio, un largo sortilegio».
Publicó los poemarios Salmo Bagual (1957), Solar del viento (1965); Tierra que sé (1972); Cuatro cantatas, Al sur crece tu nombre (1974); Obra callada (1994); Cancionero del Alto Colorado (1998); Hasta aquí la canción (1999); Cuadernos del rumbeador (2001); La lección de la diuca (2003) y Última rosa, última trinchera (2005).
El pasado año el gobierno había declarado su obra de Interés Provincial Cultural por considerar la obra de Morisoli de «suma relevancia», por lo que es deber del Estado compartirla en bibliotecas populares, centros de cultura, establecimientos educativos, a los fines de su divulgación, ya que constituye un gran aporte al conocimiento de la historia, modos y paisajes pampeanos.
El Ministerio de Cultura y Educación de la provincia le otorgó el Premio testimonio en su edición de 1997. También recibió el Premio a los Creadores, del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
]]>